El pasado 6 de agosto llevamos adelante una nueva edición del Festival Spark! en Neuquén, junto a Fundación Bunge y Born y en alianza con el Ministerio de Educación y el Consejo Provincial de Educación.
Más de 600 docentes rurales se acercaron al Espacio DUAM y disfrutaron de actividades y charlas en torno a la ciencia, el arte y la tecnología con el objetivo de poner en diálogo distintas disciplinas para estimular la creatividad, difundir temáticas innovadoras y abrir posibilidades a nuevos enfoques en la práctica docente.
Spark comenzó con una propuesta para repensar el futuro de la educación con la charla de Juan Ramiro Fernández, en la que nos invitó a reflexionar sobre cómo la educación está cambiando a pasos agigantados y cómo podemos aprovechar estos cambios entendiendo las necesidades de las personas, la tecnología y nuestra propia humanidad.
En la sala «Río Limay», Rodrigo Laje nos convocó a traer el pensamiento crítico y la creatividad y nos mostró cómo fomentarlo con alumnos, con herramientas simples. Por su parte, Juan Manuel Carballeda compartió historias fascinantes de la ciencia que hacen que los conceptos complejos sean más atractivos, y Joselina Casarini nos invitó a reflexionar sobre cómo enseñar a pensar para que los estudiantes naveguen el presente y construyan el futuro.
En la sala «Río Colorado», Cristian Cavo nos mostró cómo transformar el aula en un espacio escénico a través del poder del teatro para potenciar el aprendizaje. Sergio Feferovich nos convocó a pensar en la escuela como una orquesta, donde cada docente es un director que guía a sus alumnos hacia la armonía del aprendizaje. Pablo Bernasconi, por su parte, nos invitó a explorar las paradojas de la intención creativa a través de la poesía, para descubrir cómo el arte puede ampliar nuestra comprensión del mundo.
En la sala «Río Neuquén», Clara Gonzales Chaves exploró el impacto de ChatGPT en la educación, sus posibilidades y desafíos. Sebastian Palatnik nos motivó a comprender cómo la complejidad del mundo actual exige que enseñemos a nuestros alumnos a aprender a aprender. Y finalmente, Camila Manera nos mostró cómo la inteligencia artificial puede personalizar el aprendizaje y apoyar a los educadores en su labor diaria.
En las salas Ciprés y Araucaria, Santiago Insúa realizó «Filosonar», una experiencia única en la que la música y la poesía se fusionan para despertar la voz interior. Marina Oyanarte realizó una lectura compartida en la que exploró estrategias para fomentar el amor por la lectura en el aula. Por su parte, el equipo de Fenomenautas, compuesto por Pablo Salomon y Berenice Crisóstomo, nos invitó a crear clases «fenomenales» de ciencias que despierten la curiosidad y el pensamiento científico. Finalmente, Melina Jajamovich nos compartió cómo el cuerpo puede ser un gran aliado para el aprendizaje, fomentando la presencia, la conexión emocional y la participación activa.
En el cierre del festival, Cristian Cavo nos invitó a jugar con el teatro para desarrollar la creatividad y la alfabetización emocional y Sergio Feferovich nos convocó con una canción que todos conocemos, para celebrar el poder de la voz colectiva: ¡el Himno Nacional Argentino!
Estamos muy contentos con esta nueva edición y queremos agradecer a todos los que la hicieron posible, especialmente a los docentes, que abrazaron la propuesta y participaron activamente de los espacios ofrecidos.